lunes, 27 de enero de 2014

PILLARO


DESCRIPCIÓN DE LOS DIABLOS DE PÍLLARO
Origen Histórico de Los Diablos de Píllaro
Santiago Ron, Realizador, dice: “Entre el Tungurahua y el Cotopaxi en los Andes centrales Ecuatorianos existe una fiesta  centenaria por santos inocentes, una fiesta que es la fusión entre lo blanco y lo indio, una fiesta que es conocida actualmente como la diablada de Píllaro”.

Desde el primer día del año de las montañas bajan los diablos, los capariches, las carishinas, las huarichas, las blancas parejas y más para tomarse la ciudad del Pillaro.

Extravagantes y vistosos personajes que conoceremos y que forman parte de esta fiesta declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador.

Junto con su elaborada máscara este diablo tenía un extraño animal y en quichua decía “Atatay ve” un personaje que recorre los Andes desde el siglo XVIII.

El primer indicio sobre el origen de la diablada se remonta a 1768, ese año el indio Manuel Tubón organizó un levantamiento indígena para detener los maltratos y las injusticias que sufrían de parte de los hacendados y terratenientes y en los campos los indios se disfrazaban de diablo para asustar y burlarse del hombre blanco.

El levantamiento indígena fracaso Tubón fue ajusticiado, pero en la memoria del pueblo quedó la imagen del  diablo y se convirtió en un símbolo de la rebeldía y la libertad.

100 años después los pillareños lo integraron en las fiestas de Santos Inocentes.

Patricio Robalino, Pillareño, dice: “Había la legión que eran grupos de familias  que imagínense ustedes se disfrazaban con máscaras enormes de diablos que tenían  cuatro caras de diablos con trajes rojos, eran personas grandes enormes que llevaban una paila y que llevaban otros leños hirviendo golpeaban la puerta de tu casa y se ponían a bailar con gritos espeluznantes, era la legión y te hacían asustar”

Y es que un buen diablo pillareño tiene que saber asustar.

Dientes o colmillos de animales así como vértebras de perro o chancho, son utilizados para elaborar algunas máscaras de este diablo, pero sin duda lo más característico son sus cuernos de venado o cabra.

Néstor elabora estas máscaras que utiliza en las comparsas y recordó la emoción que de niño sentía en la diablada.

Néstor Bonilla, Pillareño, dice: “Miraba de lejos y lueo sabía taparme la boca así y era espantoso y al mismo tiempo era emocionante”.


EN LOS ÚLTIMOS AÑOS: se  ha dado varias interpretaciones a este personaje, se dice por ejemplo que el diablo ahuyenta a los foráneos para que no se lleven a las mujeres de Píllaro. Sin embargo desde su origen siempre fue un personaje irreverente  con el poder especialmente con el religioso.
Incluso en la actualidad en ocasiones  el párroco cierra la iglesia como una protesta contra la diableada.
Las fiestas, los remedadores, sus personajes y quienes son las que están tras las máscaras de la diablada pillareña.

Organización
En la Fiesta de Los Diablos de Píllaro no hay vísperas ya que no hay priostes para ésta celebración y solo se basa en la fiesta. Para la fiesta de los diablos se organizan con varios meses de anticipación, para buscar la banda de músicos que acompañará a los danzantes; esto se logra formando comisiones y directivas en las parroquias y caseríos con el objeto de sacar adelante a la festividad, siendo la gratificación psicológica de sus integrantes.
La organización también se da en el recorrido, cada comparsa de diablos vienen desde las parroquias y caseríos rurales al medio día hacia el centro de Píllaro, primeramente danzando dos vueltas alrededor del parque central, luego de ello se retiran al lugar de descanso que los organizadores pidieron con anticipación, y estas pueden ser plazoletas, escuelas, el sindicato de choferes, o la ccasa de uno de los organizadores que viva en el centro.
Esta fiesta no tiene fin económico, pero para solventar la mayoría de los gastos se realiza una contribución simbólica de parte de los participantes; la misma que sirve para adquirir voladores, camaretas y el licor que es compartido entre los bailarines.
Descripción de personajes
Los Diablos de Píllaro son los personajes populares de ésta fiesta, que visten atuendos especiales cuya confección les toma mucho tiempo y esfuerzo. Sus máscaras son elaboradas artesanalmente, su base principal es un molde hecho en bloque de tierra a la que se le adhieren varias capas de papel cauché empapadas en engrudo, se la deja al sol para que adquiera una dureza y luego poder añadir cuernos y dientes de diferentes animales tales como cabras, venados, corderos, toros, etc.; para finalizar se le da colorido en varias tonalidades sobresaliendo el negro y rojo.

Su vestimenta consta de ropa multicolor, distinguiéndose las elaboradas en tela espejo o satín, acompañadas con vivos o flecos que contrastan con el color del traje. Muchos llevan capas con diferentes leyendas alusivas al demonio, lucifer o el maligno.
En la parte superior de la cabeza llevan una coronilla elaborada con cartón prensado y forrada de papel celofán, otros llevan pelucas hechas con pelaje de animales o de cabuya; aunque en la actualidad estos elementos han sido reemplazados por pelucas, sombreros o paja plástica.
Complementan el alusivo disfraz el acial o fuete, el ají o en muchos de los casos animales ya sean vivos o disecados, que causan temor a los espectadores.
Tanto en los diablos como en los disfrazados que los acompañan, la simbología de sus atuendos y máscaras es muy rica y relacionada a la globalidad de la fiesta. Esto conlleva a que muchos elementos fuera de la tradición aparezcan como una necesidad de ser diferentes. 
Música y Baile
Diablo 
Desfilan bailando al son de una banda de pueblo siguiendo los ritmos de sanjuanitos, saltashpas, tonadas y pasacalles, esto lo hacen alrededor de las parejas de línea, que representan a los patrones; completan esta comparsa las Guarichas y Capariches. 

Guaricha

La tradición cuenta que quienes se visten de diablos deben hacerlo por 7 años consecutivos, para que no les sucedan cosas extrañas. Al igual que los conocidos 7 pasos que forman parte del ritual de danzar de diablo, algo que está solamente en el imaginario popular.



Gastronomía
Píllaro es una ciudad de variada cultura gastronómica, donde podemos degustar de uno de sus platos principales como es la fritada acompañada con mote, tortillas y el infaltable ají molido en piedra; las tortillas con morcilla, el caldo de calavera y las empanadas de viento.
También podemos degustar de comida exclusiva según la temporada, como el jucho elaborado con capulíes y duraznos, dulces de manzana, pera, membrillo, higos, durazno, babaco, etc., en la temporada de carnaval. Las rosquillas, el champus y las guabas en Corpus Cristi, los tamales y buñuelos de maíz hechos en horno de leña en Navidad y Año Nuevo. Y en el transcurso de todo el año podemos saborear locro de cuy, caldo de pata y yahuarlocro.
Píllaro se ha caracterizado por brindar a sus visitantes el muy conocido aguado pillareño que es una mezcla de varios licores acompañado con jugos de frutas naturales y el secreto que lo ponen quien lo prepara.
* Se ofrece yaguarlocro, caldo de 31, caucara, tripa-mishqui, cuy asado, truchas, en todas sus variedades.*

Trucha FritaLa caucara


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